Lexi Feed, la influencer que bajó 141 kilos con dieta y ejercicio: “No iba a cumplir 30 años”

Lexi Reed hizo pública su batalla contra la obesidad en 2016, cuando su vida corrió riesgo severo y estuvo en coma inducido. La joven de 34 años, oriunda de Indiana, Estados Unidos, tiene 1,3 millones de seguidores en Instagram, donde se destaca como una influencer fitness que concientiza sobre la importancia de tener hábitos saludables, tanto a nivel físico como en la salud mental.

La descripción de su perfil sintetiza su impresionante transformación física: “Buscando mejorar mi vida, llevo 141 kilos perdidos de manera natural, con dieta y ejercicio“.

Compartió un video donde se la ve frente al espejo en traje de baño, y confesó que es la primera vez que se pone una bikini en mucho tiempo. “Mi viaje no fue fácil, pero estoy muy agradecido todos los días de seguir aquí, luchando por ser mi mejor versión, de seguir viva a pesar de cualquier cicatriz, y de haber pasado ya cuatro cumpleaños después de mis 30 años, ese número que estuve a punto de no cumplir”, reveló.

Tenía 25 cuando fue ingresada de urgencia al hospital. Sentía mucho dolor en todo el cuerpo, y los médicos lo atribuían a la obesidad, pero había otro diagnóstico por descubrir. “Temía que cada noche que me fuera a la cama fuera la última”, relató.

Tras sufrir una insuficiencia renal grave, fue diagnosticada con calcifilaxis, una enfermedad poco común y debilitante, que provoca la acumulación de calcio en los vasos sanguíneos de los tejidos adiposos y cutáneos, y causa dolorosas llagas, úlceras, y necrosis.

Se sometió a dos meses de tratamiento continuo, con inyecciones vía intravenosa varias veces por semana. “La calcifilaxis me quitó tanto, pero me niego a dejar que me quite también mi sonrisa, mi alegría, o el amor que tengo por mi vida, mis amigos y mi familia, con toda la vida que me queda por vivir”, expresó en uno de sus posteos.

“Nunca olvidaré el llanto en el auto junto a mi esposo en pleno verano, cuando ya no podía nadar, porque la enfermedad me dejó con más de 30 heridas abiertas, impidiéndome hacer muchas cosas que antes disfrutaba”, relató.

En paralelo comenzó su proceso de pérdida de peso, y bajó en los siguientes dos años más de 100 kilos. “Me sentí tan orgullosa al entrar en un probador que no solo era de tallas grandes, y finalmente probarme trajes de baño, solo para que un familiar me dijera que debía cubrirme las piernas porque tenía mucha piel”, lamentó Reed.

Aunque tuvo momentos de aumento de kilogramos debido a las limitaciones que le generaba la afección, se enfocó en progresar a su ritmo. Así, con una tenaz fuerza de voluntad, en la última década bajó 141 kilos.

“Este cuerpo me acompañó incluso cuando pesaba 219 kilos, se curó cuando me enfermé, y me niego a no amarme a mí mismo y a mis heridas de batalla, mis cicatrices, que cuentan mi historia y cómo he sobrevivido”, sentenció.

“Desde casarnos como una pareja de 765 libras (346 kilos) hasta rehacer nuestras fotos de boda después de haber perdido ambos mucho peso hace unos años, me hiciste sentir hermosa en ambos tamaños y disfruté de cada capítulo juntos; te estoy muy agradecida porque sos mi amor y mi mejor amigo hace 18 años”, le dedicó Lexi la semana pasada en un posteo por su décimo aniversario de matrimonio.

Lexi Reed y su marido, Danny, ya habían compartido su historia de amor en las redes sociales. El 1° de enero de 2016 se comprometieron a bajar de peso para llegar a un nivel saludable y lo lograron. En conjunto perdieron 181 kilogramos.

A través de la cuenta de Instagram de Lexi, @fatgirlfedup, documentaron su progreso. Contentos con su presente, contaron que la transformación les permitió hacer muchas más cosas como pareja: caminatas románticas, ir al cine, porque antes no entraban bien en las butacas, e incluso pasear en rollers.

Lexi comenzó con 219 kg y ahora pesa 78 kg. Danny pasó de 127 kg a 87 kg. “En los días que no estábamos motivados, nos empujábamos mutuamente para ir al gimnasio”, aseguraron.

“Como alguien que alguna vez pesó más de 200 kilos, y tiene piel flácida, venas varicosas, depósitos de calcio y cicatrices, este es un recordatorio de que no te prives de vivir, que uses tu traje de baño, porque todos los cuerpos son cuerpos de playa“, motivó la influencer.

“Háblense con cariño, porque siempre están escuchándose aunque no lo sepan. A mí me gustaría poder volver atrás y abrazarme para hacerme saber que todo va a mejorar”, reflexionó.

“Ojalá que sanando en voz alta y compartiendo mi caso, ayude a otros a saber que no están solos. El mañana nunca es prometido y no sé lo que le depara el futuro a mi piel, o si alguna vez volverán más heridas, porque aunque esté en remisión, eso nunca se sabe, solo sé que no estoy desperdiciando ningún día con miedo”, concluyó.